
Buena parte de ese tráfico, según la FGR, fue ejecutado por un pandillero interno en el penal de Ciudad Barrios, San Miguel, identificado como Medardo Arana Castro, alias “Pilot”, quien “no solo es un importante intermediario, sino que también vendía armas a su propia pandilla y sacaba ganancia de ello”, explicó uno de los fiscales que investigaron el cas